TÍTULO: Vértigo
DIRECTOR: Alfred Hitchcock
AÑO: 1958
PROTAGONISTAS: James Stewart, Kim Novak, Henry Jones y
Bárbara Bel Geddes
GÉNERO: Suspense/Cine negro
DURACIÓN: 128 minutos
SINOPSIS: La acción
transcurre en San Francisco. Scottie Ferguson (James Stewart) es un detective obligado
a dejar su trabajo tras sufrir una grave crisis de vértigo en una persecución.
En pleno retiro, recibe la llamada de un antiguo compañero de estudios, Gavin
Elster (Henry Jones), quien le propone al ex detective una última misión:
vigilar a su esposa Madeleine (Kim Novak) quien, al parecer, está actuando de
forma extraña. Scott, aunque reticente, aceptará el trabajo y se verá entonces inmerso
en una trama de misterios, intrigas y obsesiones en la que nada ni nadie son lo
que parecen.
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Tengo una confesión que hacer: estoy enamorada de la Sexta3.
No sólo echan películas que ninguna otra cadena se molesta ya en emitir sino
que, además, entre título y título cuelan algunas entrevistas y reportajes que
rozan lo glorioso. Hace poco estaba zapeando como una loca, llegué a este canal
y mi dedo se detuvo como por arte de magia al ver lo que estaban dando.
Con motivo del estreno de “Las Brujas de Zugarramurdi”
estaban echando una mini entrevista de Alex de la Iglesia (@alexdelaIglesia), uno de mis
directores preferidos, en la que le pedían que dijera cual era la película que
más veces había visto. Su respuesta fue inmediata, “Vértigo”, de Alfred Hitchcock. El director vasco decía
que había días en los que se la ponía desde por la mañana hasta por la noche y
que nunca se cansaba de ella. Afirmaba, además, que le fascinaba el tratamiento
de la obsesión que Hitchcock hacía en ella y que se sabía diálogos enteros.
Cuando terminó la entrevista apagué la tele y me puse a
hacer cosas pero durante el resto del día estuve pensando en ella y en las
palabras de de la Iglesia. La obsesión de “Vértigo” se convirtió en mi obsesión
y me pregunté ¿hace cuánto que no veo esa película? Años, asique en un rato
libre me la puse, dispuesta a zanjar el tema.
Si la primera vez que la vi, en mi tierna infancia, me
encantó tengo que decir que esta vez me fascinó ¡y eso que tengo vértigo! No sé
si fue la actuación de James Stewart, que en manos de Hitchcock nunca
decepciona (acordaos de “La ventana indiscreta”), el desarrollo de una trama
que te mantiene en vilo o el amor que mi madre siempre me ha inculcado hacia
este director inglés, el caso es que se la recomiendo a todo el mundo y por
varios motivos.
A.Hitchcock durante el rodaje de "Los Pájaros" |
La película, rodada entre septiembre y diciembre de 1957,
está basada en la novela “Sudores fríos: De entre los muertos” de Pierre
Boileau y Thomas Narcejac. Para todo aquel que no lo sepa, a Hitchcock le
encantaba leer y muchas de sus películas están basadas en obras que en su
momento le cautivaron (“Rebeca”, “Extraños en un tren”…) La novela de Boileau y
Narcejac fue una de ellas.
A pesar de que en un primer momento el cineasta vio clara
la trama, la adaptación supuso un problema para su equipo de guionistas,
quienes no lograban darle el enfoque que él buscaba. Al final, con la presión
de la Paramount y tras varios meses de trabajo, Hitchcock encargó el trabajo a
los autores de la novela y se centró en otros temas que le preocupaban más,
como la elección de la actriz principal.
Desde el principio, el director imaginó en el papel de
Madeleine a la intérprete Vera Miles, con quien ya había trabajado en “Falso
Culpable” un año antes, pero el embarazo de la actriz hizo que el papel
finalmente recayera sobre Kim Novak, con la que el director nunca congenió.
Años más tarde, en el libro de François
Truffaut “Hitchcock/Truffaut”, el director expresó su decepción con Vera Miles
de la siguiente forma:
“Se presentó embarazada momentos antes de la obra que iba a convertirla en una estrella. Después de esto, perdí interés. No podría conseguir el ritmo con ella de nuevo.”
No
sabemos si fue por el cambio repentino, por el hecho de que el maquillaje y
vestuario de Madeleine estaban hechos a medida de Vera Miles o por simples
cuestiones personales. El caso es que el director y la Novak se llevaron a
matar durante el rodaje de “Vértigo” y tuvieron varios encontronazos.
En una ocasión, mientras grababan una escena
la actriz le preguntó a Hitchcock acerca de la motivación de su personaje, a lo
que el director, exasperado, le respondió ¡Kim, sólo es una película!. Otras
anécdotas de rodaje fueron el hecho de que el cineasta, aficionado a las bromas
pesadas, dejara en el camerino de Novak un pollo muerto y desplumado o que la
tuviera una semana entera grabando la escena del museo en la que su personaje
contempla el cuadro de Carlota Valdés hasta que la pobre rozó la crisis
nerviosa.
Kim Novak y James Stewart en "Vértigo" |
A
pesar de todo, a Hitchcock le quedaba James Stewart, con quien ya había
trabajado en películas de éxito como “La soga” o “El hombre que sabía
demasiado”. Su trato con el actor fue bastante diferente, amigable incluso,
teniendo en cuenta la predilección de el cineasta por las actrices (sobretodo
rubias) y el pasotismo que mostraba hacia los intérpretes masculinos. Con
Stewart el director estaba tranquilo, sabía que si le pedía algo él pondría
todo su empeño en hacerlo.
Un
tema que preocupaba especialmente a Hitchcock, quizás más que la elección de la
actriz principal, era el de las localizaciones. En una película que habla sobre
el miedo a las alturas y en la que los vaivenes emocionales de los
protagonistas son una constante, la elección del emplazamiento era importante.
Finalmente y tras estudiar varios lugares, el director se decantó por la ciudad
de San Francisco. El motivo fue, según sus propias palabras, que
La historia pedía una sofisticada ubicación metropolitana y, de todas las existentes en América, San Francisco es la que mejor encaja por el campo que la rodea y su arquitectura.
El Puente Golden Gate de San Francisco en una escena de la película |
Los
lugares de rodaje elegidos fueron la Bahía de San Francisco, el puente Golden
Gate, North Beach o la famosa Lombard Street, conocida por ser la calle más
tortuosa del mundo y en la que se ubica el apartamento de Scottie. Sin duda
emplazamientos escogidos adrede: el puente Golden Gate aparece en el momento en
el que Madeleine se lanza al mar, en North Beach se encuentra el elegante
restaurante en el que Scottie ve por primera vez al sofisticado personaje de
Kim Novak y Lombard Street es un amasijo de subidas y bajadas, como la vida de
Scott tras conocer a Madeleine.
En
cuanto a la parte técnica es de obligada mención los increíbles títulos de
crédito que Saul Bass creó para esta cinta. Cuando Hithcock se puso en contacto
con él y le pidió que diseñara los créditos de inicio fue muy específico. Él
quería que la gente experimentara en sus
butacas la sensación de vértigo, de caída al vacío y eso fue, precisamente lo
que hizo Bass. A través de círculos superpuestos, en llamativos colores sobre
un fondo negro, letras que se alejan poco a poco y con el uso del rojo (color
que indica peligro) el diseñador gráfico consigue que el espectador esté en
tensión nada más empezar la película.
El efecto vértigo creado por Irmin Roberts |
Otro
efecto que ayuda a la hora de experimentar el vértigo es el truco de cámara
conocido como zoom picado. El responsable de este efecto fue Irmin Roberts,
un cámara que en 1939 ya había conseguido un Oscar a mejores efectos
especiales. La escena inicial de la película, en la que Scott cuelga de un
tejado mientras mira a un vacío que se aleja, o aquella en la que el hueco de
la escalera del campanario se mueve son obra del señor Roberts. Cada una de
ellas costaba 19.000 dólares hacerlas pero el resultado lo vale.
Una
vez terminada la película, comenzó la promoción de la misma. Su distribuidora,
la Paramount, y el propio Hitchcock fueron los encargados de hacerla. Antes de
su estreno oficial, “Vértigo” se presentó en el Festival de Cine de San
Sebastián, en dónde logró la Concha de Plata al Mejor Director para Hitchcock y
la Concha de Plata al Mejor Actor para James Stewart.
A
pesar del triunfo obtenido en este festival, la recepción de la crítica y los
espectadores no fue muy buena. Con un presupuesto inicial de 2.479.000 dólares,
la Paramount cubrió poco más que los gastos y Hitchcock no volvió a disfrutar
del beneplácito de expertos y público hasta el estreno en 1960 de su aclamada “Psicosis”.
Como
todo lo malo nunca es tan malo, cabe destacar que la película optó a dos Oscar,
uno a mejor dirección artística y otro a mejor sonido y que el Sindicato de
Directores de EEUU nominó a Hitchcock a Mejor Director del Año. Además, “Vértigo”
ocupa el puesto número 9 en la lista de las 100 mejores películas de la
historia, elaborada por el American Film Institute, y recientemente el Festival
de Cine Británico la catalogó como la
mejor película de todos los tiempos, por encima de la hasta ahora imbatible
“Ciudadano Kane” de Orson Wells.
En
definitiva, si queréis disfrutar de una buena trama, llena de diálogos mordaces
e irónicos y en la que se conjugan acción, amor, obsesión y suspense os recomiendo
que le echéis un vistazo a “Vértigo”, porque como decía el propio Alfred
Hitchcock:
Estoy seguro de que a cualquiera le gusta un buen crimen, siempre que no sea la víctima.
FUENTES:
Web
Libros:
Alfred Hitchcock: La cara oculta del
genio de Donald Spoto,
ed RBA 2008
Me encanta. No solo por la documentación que hay en el mismo sino por la pasión que se desprende.
ResponderEliminarMe alegro de que te guste Patri. Tengo más análisis en producción asique estate al loro!
ResponderEliminarMe encanta tu nuevo sitio, pero sobre todo tus letras... hoy no puedo opinar, porque la verdad es que no he visto la película, pero después de tu análisis, voy a ponerle remedio :)
ResponderEliminarUn besote
Muchas gracias Bea, me alegro que te guste lo que hago! Te espero en el próximo análisis que será muy pronto!
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