lunes, 10 de febrero de 2014


TÍTULO: Pulp Fiction
DIRECTOR: Quentin Tarantino
AÑO: 1994
PROTAGONISTAS: John Travolta, Samuel L. Jackson, Uma Thurman, Bruce Willis y Harvey Keitel
GÉNERO: Drama/Comedia negra
DURACIÓN: 148 minutos
SINOPSIS: En la bulliciosa ciudad de L.A Vincent (John Travolta) y Jules (Samuel L.Jackson) son dos asesinos a sueldo con una misión: encontrar un misterioso maletín propiedad del temido gángster Marcellus Wallace, su jefe. La búsqueda se complicará con la entrada en acción de Mia (Uma Thurman), la misteriosa mujer de Wallace y de Butch (Bruce Willis), un ambicioso boxeador que pretende cambiar su vida estafando a Marcellus. A medida que avanza la historia los protagonistas verán cómo sus caminos se cruzan inevitablemente, dando lugar a una trama en la que violencia,  redención y supervivencia son las claves del juego.
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Soy muy fan de las bandas sonoras de las películas, llamadme friki si queréis pero me encantan. La noyée de Yann Tiersen en Amelie puedo escucharla durante horas, el tema central de La vida es bella es un tarareo constante en momentos de aburrimiento y el Singing in the rain una letra que cantar a pleno pulmón en días de lluvia. Me gustaría hacerme la difícil ante la pregunta ¿cual es tu preferida? pero, queridos amigos, os estaría engañando porque si tuviera que escoger alguna en concreto me quedaría, sin dudarlo, con la que Tarantino hizo para Pulp Fiction.

No sólo es la banda sonora, es que he visto tantas veces esta película y he hablado tanto de ella a mis conocidos y allegados que me merezco, como mínimo, un sueldo de representación (Quentin, tenemos que hablar) asique hasta que mi colega Quen me llame he decidido matar el tiempo de la siguiente forma: poniéndome el traje de tarantinista y rindiéndole un homenaje hoy en el blog a la que, para mí, es la obra maestra de este controvertido cineasta y una de mis películas preferidas: Pulp Fiction.

La película está basada en una idea original de Tarantino y de su colega Roger Avary. En 1991, el director se encontraba inmerso en el rodaje de la que sería su ópera prima, Reservoir Dogs. Emocionado por haber conseguido meter el pie en Hollywood contactó con Avary  y le hizo una proposición: escribir el guión de tres cortos que resultasen una antología del cine negro y en los que incluirían elementos de los Pulp Magazines, unos comic baratos de los que ambos eran seguidores. Roger aceptó de inmediato y juntos decidieron llamar provisionalmente al proyecto The Black Mask.

Quentin Tarantino y Roger Avary
Antes de que se pusieran manos a la obra llegó 1992 y con él el estreno de Reservoir Dogs. Tanto crítica como público se enamoraron del film y Tarantino pasó, de un día para otro, de ser el chico humilde que trabajaba en un videoclub a convertirse en la nueva adquisición de Hollywood. Antes de que el éxito se le subiera a la cabeza decidió aprovechar la situación y, de esta forma, comenzó a promocionar el que sería su próximo trabajo. A pesar de que ni Avary ni él habían escrito una sola línea de The Black Mask, Tarantino vendió tan bien el proyecto que la productora Tristar se interesó por él de inmediato y, sin dudarlo, compró los derechos del guión.

Terminada la promoción de Reservoir Dogs por Europa y con el dinero de la Tristar aún caliente en los bolsillos, Quentin se trasladó a Amsterdam para escribir el script de The Black Mask. Con la idea de encontrar un remanso de paz en el que poder concentrarse, alquiló un pequeño estudio sin teléfono. La intención era buena pero finalmente las distracciones de la capital holandesa pudieron con Tarantino, quien pasó más tiempo visitando bares de hierba, viajando o follando (según sus propias palabras) que escribiendo. A finales de 1992, cuando la productora ya estaba tirándose de los pelos por el retraso, Tarantino apareció en Los Ángeles guión en mano y las aguas se calmaron, aunque por poco tiempo. La extensa historia no lineal que el cineasta presentó ante  los ejecutivos no terminaba de convencerles asique cuando Miramax se ofreció a comprar los derechos del film a la Tristar sólo le faltó darles las gracias.

A Miramax se unieron otras dos productoras, la Jersey Films, propiedad de Danny DeVito, y A Band Apart, la empresa creada en 1991 por Tarantino y Laurence Bender. Una vez resuelta la parte administrativa, comenzó la elección del elenco.

Para el papel de Vincent Vega, Quentin pensó desde un primer momento en su amigo Michael Madsen, con quien ya había trabajado en su aclamada Reservoir Dogs. A pesar de que Madsen se interesó por el proyecto al final tuvo que rechazarlo, pues ya había firmado para otra película y las fechas de rodaje coincidían. Tras la negativa de Madsen se pensó en otros actores, como Steven Seagal y Mel Gibson, pero Tarantino se negó rotundamente, o Vincent Vega era interpretado por John Travolta o se bajaba del barco. A pesar de que todo el mundo intentó disuadirle, pues el actor se encontraba en el ostracismo más absoluto desde 1989, Quentin se propuso convencerle y para ello ideó un cuidado plan. Apelando al sentimentalismo de Travolta, Tarantino alquiló el que hasta hacía poco había sido el apartamento del actor en L.A y allí empleó todas sus armas de persuasión. Con frases del estilo: “¿Es que no sabes lo que significas para el cine americano?” y tras varias horas de charla al final, no sabemos si por gratitud o cansancio, Travolta aceptó el papel y Tarantino comenzó a pensar en su siguiente objetivo, el intérprete que pondría cara a Jules Winnfield.


Travolta y Jackson como Vincent Vega y Jules Winnfield
Con este lo tuvo más fácil. Dos años atrás, un casi desconocido Samuel L.Jackson, se presentó al casting de Reservoir Dogs con la intención de convertirse en el Señor Naranja. Aunque al final el papel fue para Tim Roth, Tarantino quedó tan impresionado con la audición de Jackson que le prometió escribir un personaje para él en su próxima película. Cumpliendo su palabra, Quentin le ofreció el papel de Jules a Samuel y este, tras leerse el guión de un tirón, aceptó encantado.


Con sus dos carismáticos gangsters  escogidos, Tarantino se centró en quien iba a ser la misteriosa Mia Wallace. Su primera opción fue Julia Roberts, pero el elevado caché de la actriz se pasaba del presupuesto inicial asique comenzó a barajar otros nombres. Patricia Arquette, Kim Bassinger o Michelle Pfeiffer fueron algunas de las intérpretes en las que pensó pero, al final, este fue para una reticente Uma Thurman a la que Tarantino tuvo que leer el guión por teléfono para convencerla.

La femme fatale Mia Wallace
Con Travolta, Jackson y Thurman en el equipo al director ya sólo le quedaba por asignar el papel del ambicioso boxeador Butch Coolidge. Antes de que Quentin se comiera la cabeza pensando en el actor adecuado, su amigo Harvey Keitel le ofreció la solución, dárselo a su vecino Bruce Willis quien se había convertido en un fanático de Tarantino tras ver Reservoir Dogs. Después de una reunión en la que Willis rogó encarecidamente al director que le dejara participar en su nueva película, Quentin le dio el papel de Butch y con él cerró el elenco.

El rodaje comenzó en Los Ángeles el 20 de septiembre de 1993 y se prolongó hasta el 30 de noviembre de ese mismo año. A pesar de que el ambiente en el set de grabación fue inmejorable el rodaje no estuvo exento de problemas. Uno de los más importantes fue la cuestión monetaria. Con un presupuesto de 8.000.000 de dólares Pulp Fiction era, en jerga hollywoodiense, una película pequeña. Como consecuencia, el equipo al completo, incluido Tarantino, tuvo que aceptar reducir su salario a la simbólica cifra de 20.000 dólares semanales, lo que en la industria del cine equivale a calderilla. Los sueldos eran tan escasos que en una entrevista posterior Travolta afirmó, con mucha sorna, que si descontaba lo que había costado su estancia en el hotel Four Seasons de Beverly Hills prácticamente había pagado por participar en el film. A pesar de estas declaraciones, hay que decir que esta rebaja de sueldos tenía truco, pues cada miembro del equipo había firmado una cláusula en su contrato por la cual recibiría, tras el estreno de la película, un amplio porcentaje de los beneficios recaudados. Vamos, que mucho lloriquear pero que al final se hicieron de oro.

Con el problema del presupuesto superado, comenzaron las grabaciones y con ellas las anécdotas. Una de las mejores quizás sea el hecho de que Tarantino, muy riguroso en sus rodajes, contratara a Craig Hamann, un ex heroinómano amigo suyo,  para que asesorara y familiarizara a Uma Thurman y a John Travolta con los hábitos de un adicto. Fue el propio Hamann el que explicó que el azúcar podía pasar por cocaína en pantalla o el que le dijo a una alucinada Uma que podía simular una sobredosis de heroína bebiendo chupitos de tequila a mansalva y dándose, a continuación, un baño de agua caliente.

Siguiendo con el rodaje, no sabemos si fue por el toque de femme fatale que la Thurman magistralmente mostró en su papel de Mia Wallace o por el hecho de que aparezca descalza en casi todas las escenas, (Quentin, fetichista cabrón, ¡te he pillado!) el caso es que Tarantino decidió convertirla desde Pulp Fiction en su musa personal. Ahora bien, todo este despliegue de amor y admiración no quita que cuando la actriz se negó a rodar la famosa escena en la que su personaje baila un twist con Vincent Vega, a Tarantino le dieran ganas de estrangularla.El motivo fue que Uma, arrítmica por naturaleza, tenía miedo de hacer el ridículo frente a John Travolta, quien ya había mostrado sus grandes dotes de bailarín en películas como Grease o Fiebre del Sábado Noche. Al final, y sólo tras la promesa por parte de Taratino de guiarla en todos los pasos, la actriz accedió a grabar la escena y esta ha quedado inmortalizada como una de las más representativas del film.


La famosa escena del twist entre Mia y Vincent


Como no sólo de anécdotas viven los rodajes, en el caso de Pulp Fiction las improvisaciones y los homenajes también tuvieron su hueco. Uno de los cambios más importantes hacía referencia al aspecto que John Travolta iba a lucir en pantalla. Pensando que su personaje debía mostrarse con un toque más europeo y bohemio, el actor le propuso a un controlador Tarantino llevar el pelo largo. El efecto, según Travolta, debía ser hortera o elegante, según se mirase y a Quentin le pareció tan gracioso verle con esas pintas que aceptó el cambio de inmediato.

Por otra parte, Tarantino decidió incluir en Pulp Fiction numerosos elementos que hicieran referencia a sus gustos y aficiones. De esta forma, la película está llena de homenajes. Por nombrar alguno de ellos, la katana que Butch utiliza en la armería es una oda al cine oriental, del que Tarantino siempre se ha declarado fan y los trajes que lucen Vincent y Jules, así como la escena en la que el Señor Lobo asocia nombres con colores, son una clara referencia a la que fuera su ópera prima, Reservoir Dogs.

En cuanto a la parte técnica, fue uno de los aspectos que más obsesionaron al director. A pesar de que contaba con un presupuesto bastante limitado, Tarantino quería a toda costa que el film resultase refinado a ojos del espectador pero conjugar sus deseos y el dinero fue todo un problema… Las lentes de alta calidad se salían de su presupuesto y las que podía permitirse le ofrecían un resultado tan barato, visualmente hablando, que se negó a utilizarlas desde el principio. Al final, y tras mucho buscar, se decidió por el tipo de film más lento que tenía la marca Kodak y este fue el que utilizó. Lo bueno de este film era que las imágenes resultantes tenían ese punto de sofisticación que Tarantino buscaba, ¿lo malo? requería iluminación extra, por lo que durante los 51 días que duró el rodaje, el set de grabación se convirtió en una especie de sauna en la que el equipo sudó a mares.

Siguiendo con la parte técnica, en Pulp Fiction abundan los planos over the shoulder (aquellos en los que la cámara se instala tras el personaje para que el espectador tenga su mismo campo de visión) así como las tomas continuas (todo un homenaje del director a su amado Scorsese), los picados/contrapicados y los planos detalle, aquellos en los que el espectador se ve obligado a fijar su atención en lo que aparece en pantalla.
Plano over the shoulder
Finalizado el rodaje comenzó la postproducción y en ella cobró un papel importante la música, algo esencial en los films de Tarantino. En Reservoir Dogs Quentin ya sentó precedente al anunciar que nunca mandaría componer temas especialmente para sus películas, pues prefería escoger las canciones él mismo, de esta forma en Pulp Fiction siguió la misma línea y por ese motivo la película no cuenta con una banda sonora original. Llegados aquí os digo ¿a quién le importa? la conjunción de imágenes, diálogos y música es tan bestial que no creo que a nadie le preocupe de donde narices salen las canciones.

Aunque muchos de los temas fueron escogidos por el propio Tarantino, otros se incluyeron en el film por recomendación de algunos colegas, como el músico Boyd Rice, quien sugirió al director que en los créditos de inicio utilizara el surfero y frenético Misirlou, tema que se ha convertido en insignia de Tarantino. Si a esta canción le añadimos el rockero You Never Can Tell de Chuck Berry, el Jungle Boogie de los Kool and the Gang o la suave y melódica Girl, You’ll Be A Woman Soon versionada por Urge Overkill el resultado es una banda sonora que dota de significado a las escenas, que funciona y que, en definitiva, es una de las mejores que este director ha hecho.

Tras la postproducción, el prestigioso Festival de Cannes fue el lugar escogido para la presentación de la película. Allí Pulp Fiction no sólo impresionó a un jurado que esperaba con ansias el segundo film de un joven Tarantino sino que,  además, esta se llevó la Palma de Oro a mejor película. Con esta referencia positiva el estreno oficial de la cinta, en Octubre de 1994, fue coser y cantar. Pulp Fiction encandiló a crítica y público, demostrando así que estaba al mismo nivel que la tan aclamada Reservoir Dogs y que lo de Tarantino en Hollywood no iba a ser una simple moda pasajera, él había llegado para quedarse.

Con una recaudación de más de 213 millones de dólares, Pulp Fiction se convirtió en una de las películas más taquilleras del año. En medio de la emoción por haber conseguido afianzarse en el mundo del cine y con las felicitaciones lloviéndole por todos lados, a Tarantino le notificaron que su film optaba a 6 Globos de Oro, incluidas las categorías a Mejor Película y Mejor Director. Aunque al final sólo se llevó el Globo de Oro al Mejor Guión el ánimo del director no decayó, pues la mayor sorpresa llegó con los Oscar, en donde su película obtuvo 7 nominaciones importantes de las cuales Tarantino obtuvo el Oscar al Mejor Guión Original.

En definitiva, os recomiendo que veáis Pulp Fiction. No sólo porque sea una de mis pelis preferidas (está en mi top 3 personal)  o por el hecho de que sea una fan declarada de Tarantino…Sino porque todo ese derroche de violencia, diálogos disparatados y situaciones extremas a ritmo de rock and roll y música disco han convertido a esta cinta en uno de los grandes clásicos del cine moderno, aquel en el que el descaro más absoluto se convierte en su seña de identidad pues, como dice Mia Wallace en la película:

 ¿No es más emocionante cuando no tienes permiso?.
FUENTES:
Web:
 http://es.wikipedia.org/wiki/Pulp_Fiction
 http://es.tarantino.wikia.com/wiki/Pulp_Fiction
 http://festivalxdentro.com/opinion/la-cancion-de-tu-peli/la-cancion-de-tu-peli-pulp-fiction/
 http://www.filmaps.com/es/pulp-fiction-f-46/
 http://www.bandalismo.net/2013/pulp-fiction-rodaje-20-anos/
 http://elcondensadordefluzo.blogs.fotogramas.es/2012/02/20/10-curiosidades-de-pulp-fiction-1994/
 http://tepasmas.com/curiosidades/pulpfict
Libros:
"Vidas secretas de grandes directores de cine", de Robert Schnakenberg, ed.Oceano 2011

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